Es el tipo más comun de las artritis y se define como un trastorno crónico de las articulaciones que se caracteriza por la destrucción del cartílago que recubre las superficies de los huesos causando dolor y rigidez en las articulaciones.

La tendencia a padecer la enfermedad se ve aumentada con la edad, ya que logicamente con el paso de los años, el desgaste del cartilago articular va siendo mayor, afectando tanto a hombres como a mujeres. 

La estructura del cartílago comienza a cambiar al pasar los años o al sufrir diferentes lesiones. El cartílago, cuya función entre otras es la de amortiguar las cargas y que los huesos no "choquen" entre si, se vuelve más delgado produciéndose grietas en su superficie exponiendo así el hueso que esta en íntimo contacto, lo que impide que la articulación se mueva fácilmente y lo hagan con dolor. En los bordes de la articulación, el hueso se vuelve más denso produciendo tumefacciones o espuelas, llamados osteofitos (picos de hueso o picos de loro) que interfieren con el movimiento normal de la articulación y que además aumentan dolor.

Por lo tanto, el dolor que se produce es mecánico (aparece con el movimiento) y no produce inflamación, con el reposo el dolor se calma y con el paso del tiempo la articulación artrósica se va deformando.

Las principales causas de la artrosis son el envejecimiento por el desgate del cartílago con el paso de los años, la obesidad por el exceso de presión sobre las articulaciones sobre todo en caderas y rodillas, sobrecarga profesional y deportiva ya que muchas profesiones y deportes solicitan constantemente determinadas articulaciones favoreciendo el desgaste prematuro del cartilago de estas, lesiones traumaticas como golpes o fracturas que destrozan el cartilago tras el golpe sufrido, sexo femenino que tienen más predisposición que el masculino y por ultimo hay un factor hereditario importante ya que ciertas familias tienen anomalias en un gen responsable del colageno favoreciendo la aparición de artrosis entre ellos.

Es la inflamación de una o varias articulaciones ya sea de forma aguda o crónica.

La inflamación de la articulación puede resultar de:

Una enfermedad autoinmunitaria (el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano).

Fractura ósea o traumatismo articular.

"Desgaste y deterioro" general de las articulaciones.

Infección, generalmente por bacterias o virus.

Por lo regular, la inflamación articular desaparece después de que la causa desaparece o recibir tratamiento aunque algunas veces se cronifica. El tipo más comun es la osteoartrítis (que ya vimos arriba), otros tipos tambien frecuentes de artritis son la artritis reumatoide, artritis postraumática, gota, espondilitis anquilosante, artritis gonocócicas ( por infecciones bacterianas), lupus eritematoso sistémico... presentando cada una sus propias caracteristicas pero compartiendo el dolor, rigidez e inflamación.