La fascia o aponeurosis plantar es una capa de tejido fibroso que cubre el suelo de la bóveda del pie, desde el talón (calcaneo) hasta la parte anterior de la planta, bajo las cabezas de los metatarsianos. Esta estructura fibrótica puede irritarse e inflamarse por causas variadas entre las que podemos citar, como más frecuentes, la obesidad o un aumento reciente de peso, el sobreuso en ciertas actividades deportivas como atletismo y fútbol, la utilización de un calzado inadecuado, un excesivo arco plantar....
Por tanto podemos denominar Fascitis Plantar a la irritación, inflamación o degeneración (habitualmente cuando pasa cierto tiempo siempre desaparecen los fenómenos inflamatorios y se instaura un proceso degenerativo) de la Fascia Plantar.
El comienzo del dolor puede ser insidioso, lento y puede afectar a cualquiera de las áreas que ocupa la fascia siendo más habitual el dolor bajo el calcáneo o bajo la cabeza de los metetarsianos a la palpación, pero si ponemos en tensión la fascia el dolor aparece en todo el recorrido de esta.
La prevención de la fascitis plantar es relativamente sencilla: el calentamiento y el estiramiento previo al ejercicio físico es fundamental para evitarla. Antes de cada entrenamiento es recomendable una carrera suave de 5 o 10 minutos. Después es necesario realizar, además de los estiramientos generales, unos específicos de la planta del pie para disminuir la probabilidad de lesiones en la fascia del pie y las estructuras músculo tendinosas y si notamos cualquier molestia, la aplicación de hielo en la planta del pie es muy útil para reducir el dolor y la inflamación. Es muy importante, como para casi todos los deportes, la elección de una zapatilla adecuada a nuestro pie, al tipo de pisada que tengamos y al terreno por el que vamos a practicar deporte para evitar una sobrecarga excesiva de la fascia.